Bodega Soledad

El Blog de Bodega Soledad

Fecha de publicación:
30 de septiembre de 2020
Categorías:
ActualidadCalidadEl vino

Temporada de Vendimia en Castilla-La Mancha, que llevará la uva de la cepa a las copas.

En el corazón de Castilla-La Mancha, donde miles de vides hunden sus raíces, nos encontramos en plena campaña de vendimia 2020, una de las actividades económicas más importantes de esta región del centro de España, donde los viticultores hacen posible que la uva de las cepas acabe en las copas y boca de los amantes del vino.

Muchos de ellos no esperan ya a los primeros rayos de sol para salir al campo a recolectar sus vides y es que la transformación que ha sufrido el viñedo ha favorecido el cambio de las rutinas de recolección, pues cada vez se hace de forma más mecanizada y aprovechando las temperaturas frescas que brindan las noches manchegas, que garantizan una mejor calidad del producto.

Las previsiones para los viticultores son optimistas, con unas producciones medias buenas, que en el conjunto de la región pueden dejar en torno a los 25 millones de hectolitros.
La calidad de la uva este año «es buena», ha asegurado Fuentes, quien ha apuntado que este año la vendimia se está desarrollando con «normalidad», en un momento en el que el fruto ha alcanzado la maduración óptima para ser llevado a las cooperativas y bodegas, donde el olor dulce de la uva lo impregna todo.

Las condiciones meteorológicas están también favoreciendo la recogida, lo que está dando «calma» a unos viticultores que «no siempre cuentan con el factor del tiempo a su favor en el campo», que está condicionada por desarrollarse en plena pandemia por el coronavirus y por varias medidas de mercado impulsadas por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

Las medidas extraordinarias para el sector del vino son necesarias para un país y una región que deben apostar por la calidad y hacer buenos vinos si quieren poder venderlos en unos mercados cada vez más competitivos. A estas medidas ha sumado la alerta sanitaria, que está jugando un papel determinante, pues obliga a los viticultores a llevar una gestión exhaustiva de los temporeros que contratan, además de garantizar su seguridad, y ha obligado a cooperativas y bodegas a implementar estrictos protocolos que han de cumplirse «a rajatabla» para minimizar, ha zanjado, «el efecto maligno que está teniendo la pandemia» en todo el país.

Fuente: clm24.es