7 claves para reconocer un vino de calidad por su sabor

1• Los vinos de buena calidad son los que poseen los aromas primarios de manera franca, evidente. Los aromas primarios son aquellos que procedentes de la uva, se revelan con recuerdos florales y frutales nada más servir el vino.

2• El olor a madera vieja y a moho indica que la crianza se ha realizado en botas que no se cambiaron a tiempo. O cuyos poros se obturaron con las lías. Tanto el olor como el sabor a madera vieja o nueva, cuando resultan muy marcados o evidentes, son indicios negativos.

3• La madera tiende a igualar el sabor y los aromas de todos los vinos mediocres. Esta poco envidiable cualidad se debe a la contaminación aromática e infusión tánica de la madera de mala calidad o mal tostada. En síntesis: aroma y sabor a madera no indican buena, sino mala calidad.

4• El olor a barniz o a madera barnizada también es indicio de mal envejecimiento, o de empleo de maderas poco tostadas.

5• La persistencia es una virtud común a todos los buenos vinos. Se define un vino como «persistente» o «largo» cuando sus sabores (de nariz y de boca) perduran en el paladar largo rato después de haber tragado el líquido. Cuanto más larga sea dicha persistencia, mejor será el vino. Cuando la persistencia se prolonga diez segundos, el vino es de buena calidad. Y si el gusto permanece en el paladar durante veinte segundos, el vino será excelente.

6• Se dice que un vino es equilibrado cuando todos los elementos deseables (alcohol, acidez, coloración, sabores en nariz y en boca) se presentan en adecuadas proporciones, con armonía. Es decir cuando en un vino no hay predominio ni destaca ningún matiz.

7• Las expresiones empleadas por la cata referentes a la buena calidad de un vino son: «elegante», «con carácter», «bien estructurado», «sabroso», «fino», «intenso», «persistente», «largo», «aterciopelado», «carnoso», «complejo», y «redondo».

fuente: www.vinetur.com