Bodega Soledad

El Blog de Bodega Soledad

Fecha de publicación:
26 de marzo de 2021
Categorías:
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Bodega Soledad lanza dos nuevos vinos de la gama «Honest» en homenaje a Cuenca y Ciudad Real.

Todo comenzó durante el confinamiento. Cuando todos estábamos encerrados en casa, Milagros Romero, la enóloga de Bodega Soledad, se enclaustró en su paraíso vitivinícola situado en Fuente de Pedro Naharro (Cuenca), al igual que hacían los frailes en el cercano monasterio de Uclés, que da imagen a muchos de sus vinos.

Allí, en plena Mancha conquense, durante los meses más duros de la pandemia, Milagros Romero comenzó a dar forma a un nuevo proyecto: la gama de vinos «Honest», cuyo nombre (honesto en inglés) va dirigido a un público moderno y con gusto por el buen vino. «Aprovechamos muchas horas, estudiando, catando y proyectando nuevos productos que hicieran más completa la oferta de vinos de Bodega Soledad», afirma.

Así es cómo nació «Honest», una gama moderna basada en la conjunción de variedades de uva muy implantadas en el terruño, que dan como resultado vinos de calidad amparados por la Indicación Geográfica Protegida de Vino de la Tierra de Castilla. La enóloga de Bodega Soledad explica que «después de catar muchos vinos franceses y del nuevo mundo, y tras experimentar con vinos de variedades propias, surgieron estos coupages que los hacían más complejos y diferentes».

Son dos los vinos que han visto la luz bajo esta filosofía, que con un diseño también moderno en sus etiquetas, representan sitios emblemáticos de cada capital de Castilla la Mancha. El primero de ellos es «Honest GSM», un tinto que en su primera añada del 2019 elaborada con uvas de Garnacha, Syrah y Monastrell, muestra una recreación de la calle Alfonso VIII de Cuenca, en el centro de la ciudad, con subida a la catedral conquense, con muchos establecimientos de hostelería dedicados al vino, tascas, restaurantes…

Y el segundo de ellos es «Honest VVS», un blanco que nace en 2020 de la combinación de tres variedades vitícolas muy implantadas en la zona, como la Verdejo, la Viura y la Sauvignon Blanc. En su etiqueta se representa al Ayuntamiento de Ciudad Real, edificio peculiar, situado en la Plaza Mayor, corazón de la ciudad, núcleo de la vida y el ocio.

Desde Bodega Soledad, apunta Milagros Romero, también han trabajado en la sostenibilidad de estos vinos, disminuyendo el peso de las botellas, utilizando cajas más ligeras, sin barnices y con una sola tinta, con lo que buscan abaratar los costes logísticos y de distribución, disminuyendo la huella de carbono del producto.

Todo este trabajo viene respaldado por una larga trayectoria llena de éxitos y reconocimientos. Bodega Soledad nació en 1958 y gran parte de las cepas tienen más de 40 años de antigüedad y algunas rondan incluso el centenario. Manteniendo viva la tradición vitivinícola de la zona, han sabido mantenerse y adaptarse a los tiempos con una clara vocación de llegar a paladares de todo el mundo, pero sin perder su esencia.

Una prueba de ellos es que los viticultores de Bodegas Soledad fueron pioneros en la instalación de viñedos en espaldera hace medio siglo, que están enclavados en la Denominación de Origen Uclés, una zona con clima y suelos diferenciados, con una altitud de 800 metros sobre el nivel del mar, respecto del resto de La Mancha, algo que, combinado con el terreno y el clima, da a las uvas de unas características particulares.

Todos estos rasgos han permitido que sus vinos hayan recibido numerosos reconocimientos a lo largo de los últimos años. Pero, ¿Cuál es el secreto del éxito? Milagros Romero lo tiene claro: «El buen trabajo, la constancia y una viticultura tradicional combinada con las nuevas tecnologías, así como las bondades del terreno y del clima».

fuente: www.abc.es