Bodega Soledad

El Blog de Bodega Soledad

Fecha de publicación:
20 de junio de 2018
Categorías:
CalidadEl vino

¿Cómo saber cuándo un vino tiene defecto?

¿Trucos para detectar defectos en el vino?

¿Hay trucos que podamos usar? Es una cuestión complicada. Para una persona que no sea experta, pero que beba habitualmente vino, si su intuición le dice que hay algo raro, lo más probable es que ese vino tenga defecto. Esperamos que, si esto ocurre, y detecta un defecto en un vino, no sea tras haber pagado una gran cantidad por uno de los mejores vinos de España que haya pensado probar. Es una lástima tener un defecto en un vino que se va a probar, pero es especialmente doloroso cuando se tienen muchas ganas de probar un vino concreto….

La timidez, un problema

Casi nadie devuelve el vino en un restaurante o en una tienda. La razón es sencilla: una mezcla de timidez y falta de certeza. “Tal vez el vino sea así, como no soy experto….”

Una vez vimos una persona en un restaurante que devolvió un vino hasta tres veces. Escuchando a esa persona y al sumiller, se podía entender que el cliente en cuestión buscaba impresionar a sus compañeros de mesa… Nuestro consejo: no busque elevar su autoestima de esta forma, resulta ridículo, además de absurdo. Esto no es óbice para pedir el consejo del camarero o sumiller cuando usted piense que su vino no está bien.

Defectos habituales. Olor a corcho

¿Cuáles son los defectos más normales o típicos en un vino? El primero de ellos es el olor a corcho. Cuando un vino huele a corcho, o que le recuerda al olor que tiene el cartón mojado. ¡Este defecto no se debe a que haya caído corcho en el vino! Sino que se debe a un moho que se adueña del corcho y que afecta a todo el vino. Si le sirven un vino con este defecto a corcho y usted cree que el vino está malo, le recomendamos que espere un poco. Mueva la copa del vino y el defecto del vino se hará más evidente, y lo será más aún pasados unos minutos. Si tiene alguna duda espere un poco antes de comentarlo al camarero. El defecto de corcho es uno de los más fáciles de aprender y detectar. Tras hacer un curso de cata de vinos de no mucha duración se suele ser capaz de identificar este peculiar olor.

Se han hecho muchos esfuerzos en las bodegas por terminar con este defecto del vino, pero aún hoy hay entendidos que citan la estadística de una de cada quince botellas con este problema… pero como decimos, casi nadie se queja.

Gusto avinagrado en el vino

Otro defecto típico del vino es un sabor avinagrado. El olor a vinagre lo identifica prácticamente todo el mundo, y es fácil de detectar cuando un vino lo contiene… Es evidente que no puede ser tan obvio como en el vinagre que usamos a diario, pero sí lo suficiente para detectarse. ¡Si tiene dudas, pida un convoy y huela el vinagre!

Olor a manzana podrida en el vino

Otro olor a defecto es el de manzanas podridas… Se trata de un defecto que aparece cuando el vino se oxida.

Poso en el vino

En ocasiones hay vinos donde se observa un cierto poso. Esto no debe confundirse con un defecto, sino que es muy posible que sea incluso una virtud del vino: el productor no ha querido “limpiar” en exceso el vino para evitar que de esta forma se pudieran perder muchas de sus cualidades.

Para aprender identificarlo, nada mejor que dejar una botella de la que quede un poco de vino abierta unos días. Eche el vino entonces y aprenderá a identificar este defecto del vino causado por la oxidación.

En más de una ocasión hemos tenido que devolver vinos que habían refermentado en la botella. Esto puede ocurrir si el productor ha parado la fermentación antes de tiempo y no ha estabilizado o protegido al vino de manera suficiente. El resultado es un vino que parece moverse en su boca, y con un sabor muy extraño.

Resumiendo…

En resumen, ¿Qué hacer si piensa que su vino tiene un defecto? Nuestro consejo es siempre dejar pasar unos minutos y, una vez confirmada su primera impresión, no ser tímidos y decírselo al camarero o sumiller, de una forma natural, sin pretender dárselas de entendido. Es mejor intentar describir lo que cree que no funciona: no basta con decir que el vino no le gusta, tendrá que decir que el vino tiene algo raro, ya sea que huele a corcho, o que está muy ácido (tal vez le hayan corregido de forma artificial la acidez) o que huele a moho, a vinagre o un poco a podrido.

Siempre será mejor disfrutar de un vino en su casa o en un restaurante, que no quedarse con la impresión de que ha pagado una buena cantidad de dinero por un defecto. Cuando se cata vino en una visita a bodega, es más difícil detectar los defectos: el olor de la bodega es tan abrumador que enmascara muchos olores, y los defectos deben ser más evidentes que de costumbre para que se puedan detectar.

 

 

Fuente: www.turismodelvino.com