Las pérdidas de los viticultores españoles alcanzan los 1.200 euros por hectárea

Los viticultores de España se enfrentan a desafíos económicos importantes en la presente temporada. Según la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), las pérdidas podrían alcanzar hasta los 1.200 euros por hectárea, lo que marca la cosecha como la más corta y cara de la última década.

La COAG ha manifestado su preocupación al respecto y ha solicitado a la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) una intervención. La petición se centra en que la AICA emprenda una revisión detallada de los contratos de compra-venta de uva de vinificación presentados por las principales bodegas del país. Según estimaciones de COAG, el precio que estas bodegas ofrecen por la uva se sitúa por debajo de los costes de producción, lo que podría estar en contravención de la Ley de mejora de la Cadena Alimentaria.

Los datos ofrecidos por COAG destacan que, dependiendo de la zona y la variedad de uva, los precios actuales reflejan bajadas de hasta un 30% en comparación con 2022. Como resultado, un viticultor promedio enfrentaría pérdidas de alrededor de 900 euros por hectárea en el caso de la uva blanca airén y de 1.200 euros en el caso de la tinta tempranillo.

La situación se ve agravada por el hecho de que los costes de producción han aumentado, especialmente para ciertas variedades de uva. Por ejemplo, se estima que los costes para la variedad blanca airén son de 0,43€/kg y 0,52€/kg para la tinta tempranillo. Estas cifras contrastan con los precios propuestos por las bodegas, que son significativamente más bajos.
Joaquín Vizcaíno, responsable del sector vitivinícola de COAG, ha expresado su inquietud ante esta situación: «Es inadmisible que las grandes bodegas eviten cumplir la Ley de la Cadena Alimentaria y lleven a los agricultores a enfrentar pérdidas. La calidad tiene un precio y no podemos sacrificarla».

Además, la COAG señala que no solo se han elevado los costes de producción en relación con el año anterior, sino que las cantidades que los viticultores pueden entregar por hectárea también se han visto reducidas. Esta combinación de factores ha llevado a la COAG a denunciar lo que considera una «posición abusiva» de algunas bodegas, alentando a los viticultores a firmar contratos que podrían ser considerados ilegales.

Para brindar apoyo y ofrecer un medio de denuncia, COAG ha habilitado un buzón digital en su sitio web. A través de este medio, cualquier agricultor puede contactar al equipo jurídico de COAG para reportar potenciales infracciones. Esta iniciativa busca que cada caso sea examinado detenidamente y, en caso de encontrar evidencia, se presente una denuncia ante la AICA, protegiendo la identidad del denunciante.

Fuente: Vinetur.com